Policiales

El asesinato de Lucio Garay, con el trasfondo de un viejo problema

La pelea en la que fue atacado el menor de 17 años revela que no puede solucionar el problema del deterioro avistado en la peatonal San Martín desde hace años. Un lugar que era un emblema y al que mucha gente ya no quieren ir.

El crimen de Lucio Garay (17) volvió a poner sobre la mesa de discusiones el problema de la Peatonal San Martín como un área de merodeo de menores y jóvenes que provocan actos violentos, robos y otras complicaciones.

Con la caída del sol decenas de jóvenes se acercan hasta la zona más céntrica de la ciudad donde se cruzan con otros que suelen merodear e incluso pernoctar en las inmediaciones. Esa interacción acaba con frecuencia en peleas similares a la que dejó como víctima fatal a Garay en la madrugada de este martes.

De acuerdo a los datos a los que tuvo acceso LA CAPITAL, el conflicto que inició la confrontación entre el adolescente, su amigo de 16 años y el otro grupo fue una razón menor, desproporcionada con las consecuencias que habría de tener. Todo habría comenzado por una discusión con dos mujeres y dos varones cerca de la 1.10, frente a la casa de comidas rápidas ubicada en San Martín entre Córdoba y Santiago del Estero.

Lucio Garay había llegado al centro en horas de la tarde desde su casa de Paula Albarracín al 2600, acompañado por un amigo de 16 años. A partir de los datos que éste último contó a la policía, se habían dirigido al corso en Plaza España y una vez culminado el desfile volvieron caminando hasta la Peatonal. Allí tenían pensado tomarse un helado en la casa de comidas rápidas y continuar luego dando “algunas vueltas” por la zona céntrica.

Lo que investiga ahora la Justicia es qué fue lo que desencadenó el enfrentamiento entre los dos amigos y el grupo integrado por dos varones y dos mujeres. Siempre en base al relato del compañero de Lucio, los “otros incitaron a pelear”, circunstancia que en pocos segundos se materializó. Lucio Garay y su amigo se separaron en medio de la pelea -también se habrían sumado otros jóvenes-, para reencontrarse poco después.

El menor de 16 años vio que Lucio Garay tenía sangre en el rostro, por lo que le dijo de ir hasta los baños del cine para lavarse. Fue entonces cuando además de la herida en la ceja el amigo le halló otra en una mano, pero fue recién cuando un policía entró al baño que le vio el profundo corte en la región intercostal izquierdo.

En algunos minutos una ambulancia del SAME llegó al lugar y trasladó a Lucio Garay al HIGA, donde certificaron su fallecimiento a las 3.15.

El mayor problema

En el año 2019 este mismo medio describió por medio de un extenso artículo la ya insostenible realidad del merodeo de jóvenes, muchos menores de edad, en la Peatonal San Martín.

En aquella oportunidad, el fiscal de menores Carlos Russo había dicho que que “es muy poco lo que se puede hacer, primero porque muchos son no punibles. En ese caso, más allá de la formación de causa, que generalmente son por hurto, por robo en grado de tentativa, o por daño, se lo retorna con la familia o si no hay familia, se hace cargo la oficina de Niñez en Riesgo”.

Luego también había agregado Russo que “de la familia se van y de Niñez en Riesgo también”. “El problema lo tiene que abordar el Poder Ejecutivo, en los tres niveles, y generar herramientas para que estos chicos no estén en condición de calle. Todos los sabemos que hay chicos dando vueltas por la ciudad, chicos con adicciones, con problemas conductuales, con familias no contenedoras. Es muy posible que esos chicos terminen cometiendo delitos de ese tipo si no se los interviene antes, en la fase preventiva. Evidentemente eso no está funcionando”.

La peatonal solía ser un lugar de encuentro de estudiantes, la familia podía salir de paseo, era indistinto visitarla de mañana, tarde o noche. En estos tiempos, aún con mayores sistemas de seguridad como las cámaras de seguridad o los mismos teléfonos personales que permiten una llamada de emergencia en el acto, la peatonal San Martín ha marcado un retroceso.

En los comentarios sobre el crimen de Lucio Garay lectores de LA CAPITAL contaron sus recientes experiencias sobre la incomodidad y el mal momento pasado mientras tomaban un café o simplemente caminaban. Decían que grupos de menores se peleaban y también cometían algunos robos. “El mismo mozo del café nos alertó que no dejáramos nada a mano”, dijo una de las lectoras.

El avance investigativo en torno al homicidio de Lucio Garay podría arrojar novedades de importancia en las próximas horas. Si la fiscal Salas y la DDI local logran avanzar el crimen tendría destino de esclarecimiento. Sin embargo la problemática de fondo debe ser abordada para que todos en Mar del Plata puedan volver a disfrutar de uno de sus emblemas.

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